Arrieros somos...
Salgo de mi letargo internetero obligado y asqueado por las circunstancias que estamos viviendo en las últimas horas.
Después del subidón que supuso anoche el emotivo recibimiento de Madrid a la marcha minera -ninguneado por la prensa con un apagón informativo digno de los tiempos de Franco, pero retransmitido con profusión por un montón de ciudadanos que ejercieron de periodistas por un día- hoy pintaban bastos. Muchos bastos.
Una represión brutal, desmedida, con cargas durante la mañana, tarde y noche contra cualquiera que ose levantar la voz ante los atropellos a los que nos estamos viendo sometidos.
Ya sabemos porque el PP hizo pedidos y acopio de material antidisturbios (pelotas, etc) nada más llegar al Gobierno. Para moler al pueblo a palos. Era previsible.
Con todo, la imagen que se me ha quedado grabada a fuego hoy, se ha producido esta mañana en el Congreso. Después de anunciar Rajoy los mayores y más repugnantes recortes (dirigidos a los de siempre, a los más débiles) en la historia de la democracia española, las risitas y los aplausos de la bancada PPera hacían hervir la sangre.
#Malnacidos Los aplausos de los legañas diputados PPeros se me han clavado en el alma #CongresoNi olvido ni perdón.
— alucinao (@alucinao) julio 11, 2012
Igualito que la ministra italiana...
Pd.- fuente imagen en TW @MoisesCabello
1 comentarios:
A mí no se me ocurre otra palabra para calificarlos y clasificarlos que
¡GRANDÍSIMOS HIJOS DE PUTA!
Y no me siento en absoluto en la obligación de disculparme ante los otros lectores o comentaristas (sé que contigo no hay problema) por lo poco correcto de la expresión. No están los tiempos para anteponer la "politesse" a la indignación, el cabreo total y la advertencia, a la que me uno, de que efectivamente arrieritos semos.
Abrazos de YA ESTÁ BIEN, COÑO!
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