Momento Θεός

Aprovecho ese instante de parón en tu trajín para acercarme sigiloso por detrás.
Juntándome todo lo que puedo, deposito mis manos en tus caderas instándote -sin palabras- a balancearnos lentamente al compás de la música, ajustados como un diapasón, ora una inflexión a izquierda, ora a derecha.
Al tercer movimiento ya llevas la cadencia, y mis manos quedan liberadas para ir acariciando el contorno de tu figura.
La luz del sol pasa a través de los agujeros de la persiana, y tamizada por los visillos confiere a la estancia una atmósfera irreal.
Muy pegados, con la cabeza hundida en tu cuello, te mordisqueo levemente.
Durante los tres minutos de canción -mientras el coro arrulla a Amy, y ella a nosotros- la vida se detiene, al menos, tres veces. Las tres ocasiones en que vuelves la cabeza y abrevo en tu boca.
Humm, metidos en harina... momento Θεός .

Amy Winehouse - Some Unholy War.mp3


Pd.- Θεός ( theós como adj. divino).

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Desde la oscuridad

Desde la oscuridad, sin hacer ruido para no alarmarte, te observo.
Por las copas de los árboles se cuela un haz de luz de luna que por momentos me regala la visión de tu cuerpo desnudo.
Mi memoria visual trabaja a destajo, disparando instantáneas que luego escanearé.
Como en un rito ignoto y primitivo veo como te abrazas al árbol, y en voz baja lo arrullas con un soniquete hipnótico.
Nana primigenia, corteza rugosa, la media luna de tu seno en mi pupila...

mudo y asombrado te contemplo restregando tus nalgas contra el árbol.
Me alejo en silencio de allí. De día, cuando tú duermas, volveré en busca de ese árbol.
Yo también lo abrazaré mientras entono con voz queda una canción que no conozco, al tiempo que olisqueo tu rastro como un perro enamorado.

Pietra Montecorvino - Luna Rossa.mp3

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Dos coletas

Dos coletas

De la primera cuelgo retazos de vivencias,
de la otra, un ovillo de besos.
Cuando la cabeza se venza hacia atrás por el peso
aprovecharé para morderte el cuello sin compasión,
te haré un chupetón que con los días adoptará un color de auténtica púrpura de Casio que precipita mi boca.
Un lametón insistente recorrerá tu espinazo
de arriba abajo, surfeando por entre tus vértebras
en espiral, como si de una columna salomónica se tratara.
Cuando abras la boca para dejar escapar un suspiro,
llevaré mi mano a tus labios, tanteándolos despacito
meteré un dedo en tu boca para que después
de mordido y largamente rechupeteado me sirva de pincel, marcando el dibujo húmedo de la cruz en tu espalda:
Un puente, otro puente, el río  ¡ y el escalofrío !
¿ lo sientes ?
Luego... luego hago mutis por el foro y te sueño.

Lhasa de Sela - Con toda palabra.mp3

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Dieta

Me podría mantener con una dieta a base de fruta.
Una cura purificadora con frutas de la pasión,
a saber...

Arándanos perfumados en labios tibios.
Grosellas jugosas que estallan en la boca.
Pómulos de pomelos.
Papayas maduras como senos acogedores,
ideales para saciar el apetito.
Mangos carnosos con retrogusto a muslos rotundos.
Guaraná antioxidante de líbidos olvidadas,
y guayabas tonificantes compondrían la primera parte del menú,
seguido luego por...



vulva de maracuyá refrescada con
cuadraditos de melón ribeteados de ternura anaranjada,
del que he desechado la mayor parte de su pulpa,
dejando nada más la parte mollar de su corazón, que emplearía
de manera semejante a como lo haría con un cubito de hielo.
Deambulando por mi boca una 'uva de playa' de fuerte aroma
y que encierra una sola pepita
completa esta ensalada de sensaciones,
instándome a exprimir todo su zumo ambarino.

Es curioso, en la despensa de mi imaginación caben todas,
no existe el inconveniente de tener que esperar a que sea temporada.
Cualquier día es propicio para degustar un higo dulzón,
para comer la fruta de tu carne, la carne de tu fruta.

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Don de fluir

Me desperté medio sonámbulo, hambriento fui hasta la nevera buscando algo que llevarme a la boca, sólo había fruta.
Con el gaznate reseco por el tabaco, la ingesta de fresas y cerezas supuso para mi paladar una fiesta sorpresa. No digamos ya con las cápsulas de granada, ya peladas en una bandeja, mi lengua absorbente hacía de imán, me las comí a puñados...hasta que las papilas gustativas me devolvieron el sabor de los sueños golosos, del carnaval de los sentidos. Devoré cuanto pude compulsivamente, hasta quedar ahíto y calmo.
Aún era pronto, me volví a la cama pero ya no pude dormir.

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