Inmigración en la UE

La estupidez se enseñorea de Europa y llega incluso a gobernar en países como Italia y Francia. Ayer escuche de refilón a un político francés (lamento no recordar su nombre) en la radio tratando de explicar, muy didáctico él, que la política de mano dura con la inmigración y las expulsiones indiscriminadas -que se proponen practicar países como los citados- son una buena estrategia disuasoria (!) habida cuenta del aluvión de inmigrantes que se espera en la Europa rica, debido a la crisis alimentaria, desde los países del sur.

Para empezar podían meterse el jodido eufemismo por donde la espalda pierde su digno nombre, ¡cojona! llámenlo por su nombre : hambruna. Pensar que a la población que está pasando gazuza y penalidades sin cuento la van a hacer desistir de migrar en busca de pan, a golpe de normativas comunitarias, es lo más chusco e infantil que he oído últimamente.

Y lo que más me jode, un estruendoso silencio desde las filas de la izquierda europea ante tamañas burradas que suena a resignación cómplice. Laissez faire o la política de hechos consumados.
Un rastro de mala baba que nace en el eje París-Roma recorre Europa.
Aaagh ¡qué asco!

Completo la entrada con una muestra de imbecilidad que venía ayer en el 20 minutos.:

¡Están locos estos romanos!